Las crecientes tensiones políticas, mismas que también envuelven a las instituciones de gobierno, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones internacionales y empresas multinacionales, tienen implicaciones importantes para las empresas privadas y las que cotizan en bolsa.

Mientras persiguen estrategias de crecimiento contra la creciente presión del mercado, la disrupción tecnológica, el escrutinio público y la imprevisibilidad política, sus líderes deben permanecer atentos al riesgo político para las operaciones y la reputación. Deben evaluar constantemente los panoramas políticos para gestionar y mitigar el riesgo cuando los eventos se materializan y amenazan el valor.

Cada vez más, estos eventos impactan la reputación y el carácter de los equipos ejecutivos, las juntas directivas y la propia empresa en otros ámbitos, incluidos los mercados de capitales, los mercados comerciales y los tribunales. El poder conllevar una sana relación con las instituciones públicas gobernantes sobre los sectores clave de las empresas es vital para su prosperidad.